Distribuciones Valsegura distribuye la nueva cerveza El Águila, también en su formato Sin Filtrar para botella y barril
Desde que a principio de este 2019 volviera a aparecer la cerveza El Águila, todo han sido buenas noticias para los amantes de esta icónica cerveza que nació hace más de un siglo en el madrileño barrio de Las Delicias, y que pronto se asentó en Valencia, en el emblemático barrio de El Cabanyal, en el corazón de los Poblats Marítims.
Ahora, más de cien años después de su nacimiento, El Águila vuelve a volar alto con una nueva receta, pero inspirada en sus orígenes, y una imagen renovada con una etiqueta moderna pero que no pierde la esencia de su potente icono con una poderosa águila, y que Distribuciones Valsegura distribuye a lo largo y ancho del Cap i Casal.
Si El Águila volvió con una cerveza Lager Especial, tan solo unas semanas después El Águila dio un paso más, y empezó a elaborar la primera cerveza Especial Sin Filtrar, la primera de estas características que se lanza en el mercado español.
La Sin Filtrar, en dos formatos
La nueva El Águila Sin Filtrar se presenta en dos formatos: en barril y en una botella original y diferente, porque es cilíndrica, de 33 centilitros y 5,5% de graduación alcohólica.
Se trata de una cerveza muy fácil de beber, que, tal y como especifican desde Heineken España: «Tiene un sabor característico, que combina la intensidad de la malta caramelizada con la frescura de una mezcla de lúpulos». Además, «la diferencia es que eliminamos su proceso de filtración manteniendo las levaduras dentro de la cerveza. El resultado es que es una cerveza que se saborea como recién salida del tanque de fermentación», apostilla José Miguel González Campo, maestro cervecero creador y encargado de la fórmula de elaboración de la nueva receta de Él Águila.
El último paso antes de disfrutar de la cerveza Él Águila Sin Filtrar atañe a la hora de servirla, puesto que para recrearse mejor con todas sus cualidades hay que darle la vuelta a la botella, con cuidado, y sin agitarla. En el caso del barril hay que moverlo ligeramente cada día con un suave meneíto, para, de esta manera. «despertar la levadura presente dentro de la cerveza, testimonio de su carácter puro y sin filtro, y que hará apreciar toda la suavidad de la cerveza en boca», concluye el maestro cervecero.